El sábado, al inflar la rueda trasera de la bici para ir a BBanyoles, me explotaron dos cámaras. ¿Inútil, o suciedad en la goma de la llanta?. Ni idea...Pero, el último triatlón en banyoles no lo pude acabar, pues me petaron en la carrera dos cámaras. Esto parecía cosa de demonios... Me alojé en Besalú, para estar descansado domingo. No tenía ganas de competir, pues he estado "jorobado" con un fuerte resfriado, y andaba "rallado" con el im de lanzarote... Pero, llegué allí dispuesto a esforzarme.
El segmento de agua bien. No sé porqué acortaron, pues el agua no estaba nada fría en mi opinión (con el neopreno no se nota). Empiezo la bici relajado y voy adelantando a todo el mundo (en el km 20 había adelantado a más de 35 triatletas). Paso a Pedro que va muy concentrado y le doy ánimos.
Y de repente, escucho un estruendo muy fuerte,... peor que un pinchazo... miro la rueda trasera y veo que se balancea para todos los lados, pero no está desinflada. A partir de ahí noto que me cuesta horrores mover la bici. Se mueve la rueda trasera hacia ambos lados y se frena cada vez que se completa una circunferencia rodando; bajo con miedo y frenando... y noto que todos los adelantados anteriormente me empiezan a sobrepasar esta vez a mí... me siento fatal porque estoy apretando los dientes y me adelanta gente que va "lenta". Imposible mantenerles el ritmo. Pues sí, luego comprobé que se habían petado dos radios de la bici. Si me pasa eso en un im, o me dan otra rueda los coches de asistencia o abandono. Fue "asqueroso". Tenía unas ganas de "tirar la toalla" muy grandes, y cada vez que me pasaba un compañero del club, me hundía un poco más en mi particular miseria.
Acabé el triatlón porque pensaba en mi querido amigo Iván, Sonia que animaba como una "jabata", y porque abandonar no entra en el espíritu "finisher" de los que hacen larga distancia, que trata de inculcarnos nuestro "coach". Pero fue horrible. En la primera vuelta de bici, con la mitad del recorrido sin dos radios, tardé 1:06:18, en la segunda 1:29:07 sufriendo el doble y con sensaciones pésimas.
Empiezo a correr muy desilusionado, y ya no me pongo los calcetines de compresión, limitándome a acabar este triatlón como sea. Volveré a hacer yoga, porque esto del triatlón se puede complicar cualquier día... está uno preparando una gran cita y se puede jorobar todo por un pequeño detalle-despiste.
No obstante he aprendido otra lección: hay que revisar mejor la bici (no había mirado mis radios desde que la compré hace más de seis años), hay que cuidar todos los detalles, y saber que puede pasar cualquier cosa que te "arruina" el día. También he de decir que miro la parte positiva. (No me caí, disfruté de un gran día con los compañeros, y acumulé un poco de entreno más para Lanzarote. Las cosas siempre pueden ser peores...).
Felicitar a todos los que acabaron y lucharon para hacerlo. Este equipo es el mejor grupo de triatlón en el que uno puede compartir experiencias.